sábado, 3 de marzo de 2012

CHRISTINA Y LOS SUBTERRÁNEOS - Tengo una pistola (1992)


Christina y los Subterráneos fue una muy recomendable banda española de Pop Rock, cuya corta pero significativa existencia se dió entre los años 1991 y 1994, encabezada por su vocalista, la guapísima madrileña (de padres daneses) Christina Rosenvinge.

La trayectoria musical de Rosenvinge comenzó en la década de los 80's, en proyectos como Ella y los Neumáticos, Magia Blanca y Álex & Christina (junto al compositor y músico Álex de la Nuez), con quien publicó los discos "Álex & Christina" (1987) y "El Ángel Y El Diablo" (1989), además de representar a España en el Festival OTI de la Canción en 1988. El dúo se disolvió a inicios de los 90's, momento en el cuál Christina Rosenvinge decidió fundar un nuevo proyecto, al que denonimó Christina y los Subterráneos. Para ello, convocó inicialmente a Pacho Varona, Antonio García de Diego, Juan Luis Jiménez, Alejo Stivel, Jaime Asua, José Nodar, Óscar Quesada y Begina Larraña, aunque la cara visible de la banda siempre fue ella.

Fue a través del sello WEA que en 1992 este grupo editó su primer álbum, "Que Me Parta Un Rayo", producido por Steve Chase, un excelente trabajo en el que destacan nítidamente las enérgicas letras escritas por Rosenvinge, que contrastaban con su frágil imagen. Este disco es bastante parejo de principio a fin, con grandes temas como "Tú por mí", "Pulgas en el corazón", "Yo no soy tu ángel", "Voy en un coche", "Ni una maldita florecita" o "Alguien que cuide de mí". Una de nuestras favoritas es "Tengo una pistola", que refleja toda la creatividad líteraria de la cantante, quien contó con el apoyo de su entonces novio, el escritor, guionista y director de cine Jorge Loriga Torrenova, mejor conocido como Ray Loriga.

En 1993, Christina y los Subterráneos editaron un disco en directo titulado "En Vivo Madrid". El último trabajo discográfico llegó en 1994, siempre con WEA, que se llamó "Mi Pequeño Animal", en donde sobresalió la canción "Pálido", además de incluír un tema a dúo ("Al fin sola, al fin loca") con el argentino Andrés Calamaro. El grupo se desarmó ese año, con Christina Rosenvinge continuando como solista desde entonces, habiendo editado ya 8 discos.


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